Yongey Mingyur Rimpoché, considerado «el hombre más feliz del mundo» tras el estudio sobre neuroplasticidad dirigido por el Dr. Richard Davidson, de la Universidad de Wisconsin, cuenta:«La clave para descubrir nuestra verdadera fortaleza se halla en lo que percibimos como nuestros defectos e imperfe...
Yongey Mingyur Rimpoché, considerado «el hombre más feliz del mundo» tras el estudio sobre neuroplasticidad dirigido por el Dr. Richard Davidson, de la Universidad de Wisconsin, cuenta:
«La clave para descubrir nuestra verdadera fortaleza se halla en lo que percibimos como nuestros defectos e imperfecciones. Al enfrentarnos a nuestras emociones perturbadoras y a los problemas que se presentan en nuestra vida, descubrimos una experiencia de bienestar que se extiende tanto hacia el exterior como dentro de nosotros. Si no me hubiera enfrentado al pánico y la ansiedad que sentí durante la mayor parte de mi juventud, no estaría en la situación en la que me encuentro hoy en día. Nunca habría reunido el valor ni la fuerza necesarios para subir a un avión, viajar por el mundo y sentarme delante de un auditorio lleno de desconocidos para transmitir la sabiduría que he aprendido, no sólo por mi propia experiencia, sino de las experiencias de los grandísimos maestros que fueron mis guías y profesores.»
Yongey Mingyur Rimpoché es uno de los más celebrados maestros de meditación tibetanos de la nueva generación, y sus enseñanzas han emocionado a gente de todas las creencias alrededor del mundo. Su primer libro, La alegría de la vida, estuvo en la lista de más vendidos del periódico The New York Times y elogiado por personalidades conocidas como Richard Gere, Julian Schnabel por su claridad, su ingenio, y su perspectiva única en la relación entre la ciencia y el budismo.
Este su nuevo libro, La dicha de la sabiduría, trata del oportuno y eterno problema de la ansiedad en nuestra vida diaria. «Desde la perspectiva budista, con sus 2.500 años de antigüedad», escribe Yongey Mingyur, «todos los capítulos de la historia humana podrían describirse como una ?era de ansiedad?. Esta ansiedad que sentimos ahora ha formado parte de la condición humana desde hace siglos». Ante esto, ¿qué debemos hacer? ¿Debemos escapar o debemos sucumbir? Ambos caminos nos dirigen inevitablemente a complicar más nuestras vidas. «El budismo», dice el autor, «ofrece una tercera opción. Podemos observar directamente las emociones perturbadoras y los problemas que sufrimos en nuestra vida, y verlos como peldaños que nos conducen a la libertad. En lugar de rechazarlos o rendirnos a ellos, podemos entablar amistad con ellos, trabajar con ellos para lograr una experiencia duradera y auténtica de nuestra sabiduría, confianza, claridad y felicidad intrínsecas».