Durante más de 2.500 años las palabras del Tao Te Ching, la obra cumbre del taoísmo, han sido valoradas como uno de los mayores tesoros del mundo. Lao Tse, cuyo nombre significa «el niño anciano», escribió aquellos versos esenciales que tanto han iluminado, sorprendido y hasta confundido a la humani...
Durante más de 2.500 años las palabras del Tao Te Ching, la obra cumbre del taoísmo, han sido valoradas como uno de los mayores tesoros del mundo. Lao Tse, cuyo nombre significa «el niño anciano», escribió aquellos versos esenciales que tanto han iluminado, sorprendido y hasta confundido a la humanidad. En estas páginas, los maestros taoístas Mantak Chia y Tao Huang muestran al lector los orígenes de la filosofía que destila esta obra, el significado que albergan sus cinco mil pictogramas y el estilo de vida que ha venido impregnando durante sucesivas generaciones.
Si bien el texto del Tao Te Ching ha sido transmitido de forma literaria durante generaciones, su esencia sólo puede comprenderse mediante el despertar del corazón, una verdadera integración de cuerpo y mente posibilitada por las explicaciones y los ejercicios de este libro.
Los autores analizan las enseñanzas de Lao Tse, línea por línea, y ofrecen meditaciones, interpretaciones y prácticas para cultivar la energía que iluminan el verdadero significado de este texto clásico.
A lo largo de su historia, el Tao Te Ching ha sido alterado por una miríada de traducciones y especulaciones. Este proceso a menudo ha impedido la iluminación y la aplicación de la sabiduría y la esencia que ofrece el texto. Para evitar tales distorsiones, el lector occidental debe esforzarse por conectar con la mente original de Lao Tse, no con las interpretaciones descuidadas que del maestro han hecho otros Lo que se necesite es la vibración energética generada por Lao Tse, no la interpretación lingüística. Lo que se necesita es una impronta espiritual directa transmitida por Lao Tse. Los autores responden a esta profunda necesidad social con Las enseñanzas secretas del Tao Te Ching al lograr capturar el estado original del flujo de conciencia de Lao Tse y sentir la vibración de la inefable expresión del Tao.