Cuando sus dedos empuñaron el arco, Odiseo cerró los ojos un instante y respiró hondo. Tal vez, si él y sus compañeros triunfaban, futuros poetas cantarían una canción sobre los héroes que se enfrentaron a los dioses. Probablemente esos versos mezclarían mentiras y verdades, como las mezclaban los r...