«Cuarenta y seis años duró mi desgracia, mi tristeza, mi recuerdo vacío de una hija perdida»Con solo quince años, María ingresa en la casa cuna que la vio nacer, y en la que ella misma fue dada en adopción, para ocultar su embarazo y dejar a su bebé tras el parto. Su vida allí, junto a otras interna...