Nueva York siempre sabe a Nueva York. Es un sabor dulce, a veces exageradamente punzante, pero que siempre te deja con ganas de más. Marina, Moli para los amigos —y más exactamente Moli Jones, en recuerdo de la alocada Bridget—, desembarca en la Gran Manzana dispuesta a darle un buen mordisco, a pes...