La apacible tranquilidad del rey Arturo se ve interrumpida por el maestro de obras de Ricomonte y su cuadrilla. Ginebra opina que el palacio ya va necesitando unas reformas y esto trae de cabeza al rey. Y es que, como se suele decir, las obras se sabe cuándo empiezan pero nunca cuándo acaban.Por si ...