Troyes, Francia, año 1114. A manos de Bernardo de Claraval, el futuro impulsor de las órdenes del Císter y el Temple, ha llegado un viejo manuscrito de contenido escalofriante. Años después, en Jerusalén, un grupo de nueve caballeros escarba en las entrañas de loque fuera el templo de Salomón. París...