«Para que nadie sepa a quién se refiere en sus escritos, ha escogido el poético nombre de una flor alta y orgullosa, sensual, de anchos pétalos carnosos y colores radiantes. Sí, desde aquella mañana en adelante Lope empezó a aludir a Marta de Nevares en sus cartas llamándola de otra manera: Amarilis...