Sacrificio, generosidad, esfuerzo, disciplina, compañerismo, lealtad, compromiso...
¿No son éstos los valores más apreciados a la hora de gestionar personas dentro de la empresa?
Todos ellos son valores que un jugador de baloncesto adquiere con práctica de este deporte. Aplicarlos a la dirección de equipos no siempre es una tarea fácil, pero los excelentes resultados que se obtienen compensan con creces el esfuerzo por intentarlo.
De la mano de Mateo Garena, el joven directivo protagonista de este relato, se irán descubriendo algunas claves para introducir estas experiencias en la tarea de la gestión de personas.
La historia de Mateo no le dejará indiferente. De hecho, una vez que la conozca, el lector ya no será el mismo. Algo habrá cambiado. Cada día, ante cada reto, se dará cuenta que, como profesional, es mucho más completo de lo que era antes de que Mateo se cruzara en su vida.