Cuenta en clave de humor y sin palabras el enrevesado camino de vuelta a casa de un sencillo oficinista quien un día como otro cualquiera sale de su trabajo sin sospechar que, sin comerlo ni beberlo, una larga sucesión de extraños e increíbles acontecimientos está a punto de desencadenarse alrededor...
Cuenta en clave de humor y sin palabras el enrevesado camino de vuelta a casa de un sencillo oficinista quien un día como otro cualquiera sale de su trabajo sin sospechar que, sin comerlo ni beberlo, una larga sucesión de extraños e increíbles acontecimientos está a punto de desencadenarse alrededor, sobre y en contra de su persona. Sin más premisa argumental, el mero avance del protagonista dicta el curso de los acontecimientos y, siendo cada viñeta inspiradora de la siguiente, el cómic se va construyendo en base a los propios sucesos que viñeta tras viñeta tienen lugar: Incidentes aleatorios propician la aparición de tramas secundarias, acciones determinadas son desencadenantes de situaciones futuras mientras objetos, escenarios y personajes en segundo plano ayudan a conformar un mundo propio para, poco a poco y sin perder el juego narrativo y la improvisación, ir consolidando una narración sorprendente, fantástica y sobre todo imprevisible en la que puede ocurrir cualquier cosa, desde una batalla interplanetaria a un romance, pasando por viajes en el tiempo, experimentos siniestros o apariciones divinas. Todo ello narrado con un mismo esquema de cuatro viñetas por página contínuo (con alguna splashpage para momentos especiales) y un avance casi constante del escenario siempre en encuadre cenital al modo de los videojuegos antiguos, que marcan un ritmo de lectura tranquilo pero sin pausa. En resumen, una narración atípica, en la que se presta especial atención al detalle, a la expresividad y a la fluidez narrativa, que busca sorprender, divertir y quizá emocionar de principio a fin.