Desde las praderas y mares y desiertos de América, tan presentes en Manos Kelly, a los bosques milenarios de la Castilla medieval que pueden admirarse en El Cid, los maravillosos paisajes dibujados por Palacios no tienen nada que envidiar a los del mismís
Desde las praderas y mares y desiertos de América, tan presentes en Manos Kelly, a los bosques milenarios de la Castilla medieval que pueden admirarse en El Cid, los maravillosos paisajes dibujados por Palacios no tienen nada que envidiar a los del mismís