Nuestro lenguaje está compuesto por palabras y expresiones que provienen de diferentes campos del saber. Uno de ellos es el cine, con esas películas y diálogos que han marcado nuestra forma cotidiana de hablar. Desde la «rebeca» a «la cagaste burlancaster», pasando por «macho» o «charlotín», José Lu...
Nuestro lenguaje está compuesto por palabras y expresiones que provienen de diferentes campos del saber. Uno de ellos es el cine, con esas películas y diálogos que han marcado nuestra forma cotidiana de hablar. Desde la «rebeca» a «la cagaste burlancaster», pasando por «macho» o «charlotín», José Luis Borau da cuenta de estas influencias, indagando en sus raíces, hasta ofrecer un fresco detallado y ameno del recorrido de estas palabras. Términos que provienen de Hollywood, del cine clásico español y del gran cine europeo, y que, con el paso del tiempo, han influido no sólo en nuestra forma de hablar, sino en nuestra forma de ser. «Sin caer en el vicio de las comparaciones y menos aún en tipo alguno de recuento, bien cabría afirmar que el cine no se queda a la zaga del teatro o de los toros -las grandes diversiones históricas del pueblo español- en cuanto a riqueza de vocabulario y de expresiones nacidas, como en aquellos terrenos, al calor del duro oficio de fascinar y, por supuesto, del entusiasmo de los destinatarios» (José Luis Borau).