La novela de aventuras tiene en Julio Verne su expresión más acabada: aventuras para niños, para jóvenes y también, ¿por qué no?, para adultos cuya sed por lo desconocido les lleva a libros que abren mundos nuevos, situaciones en las que más de uno se ha soñado como protagonista. En Escuela de Robi...
La novela de aventuras tiene en Julio Verne su expresión más acabada: aventuras para niños, para jóvenes y también, ¿por qué no?, para adultos cuya sed por lo desconocido les lleva a libros que abren mundos nuevos, situaciones en las que más de uno se ha soñado como protagonista. En Escuela de Robinsones, Julio Verne actualiza el mito de Robinson, situando a dos náufragos en una isla donde han de proveer a sus necesidades apenas sin otros instrumentos que sus dos manos: la supervivencia que consiguen ambos protagonistas se ve amenazada por los peligros que la naturaleza -aunque sea una naturaleza falseada y fingida- les ofrece: desde tribus caníbales hasta fieras amenazadoras que hacen, en el último episodio de la novela, una pesadilla de la que será la postrer noche de los dos personajes -y de un indígena que se ha unido a ellos, como Viernes en Robinson Crusoe- en la isla.