«Me dan mucha pena las hormigas. De verdad, un animal que hace cola para comerse los ojos de un pájaro muerto no puede ser feliz.»«Las mujeres siempre llevan Kleenex. Dependiendo de su edad lo llevan en un sitio o en otro. Antes de casarse lo llevan en el bolso. Cuando son madres, en la manga del je...
«Me dan mucha pena las hormigas. De verdad, un animal que hace cola para comerse los ojos de un pájaro muerto no puede ser feliz.»
«Las mujeres siempre llevan Kleenex. Dependiendo de su edad lo llevan en un sitio o en otro. Antes de casarse lo llevan en el bolso. Cuando son madres, en la manga del jersey. Y cuando son abuelas, no me preguntéis por qué, lo llevan en el escote. Y absolutamente todas las mujeres del mundo llevan una croqueta de Kleenex usados en el bolsillo de la bata.»
ATENCIÓN Moje usted este libro sin temor a represalias. Mójelo en el café para desayunar o mójelo en el huevo frito para cenar. Léalo en la lluvia sin temor a acatarrarse o rodeado de medusas sin temor a que le piquen. Usted por fin puede mearse de risa leyendo este libro sin temor a que la orina estropee sus páginas.