Pocos científicos han sabido combinar de forma tan magistral el rigor científico con la amenidad literaria, como lo hizo el biólogo y paleontólogo Stephen Jay Gould. Con sus obras, Gould creó un género que muchos científicos han tratado de imitar, sin conseguirlo, porque nadie ha sabido mostrar como...
Pocos científicos han sabido combinar de forma tan magistral el rigor científico con la amenidad literaria, como lo hizo el biólogo y paleontólogo Stephen Jay Gould. Con sus obras, Gould creó un género que muchos científicos han tratado de imitar, sin conseguirlo, porque nadie ha sabido mostrar como él el complejo y fascinante mundo de la ciencia desde la perspectiva de quien desea comunicar sus ambiciones, sus conocimientos, frustraciones e ignorancias, a sus semejantes, a sus lectores. Las piedras falaces de Marrakech forma parte de esa saga de libros. Dividido en seis secciones, Gould pasa revista a la paleontología, muestra como Buffon, Lavoisier y Lamarck inventaron el estudio de la historia natural, señala algunos de los aspectos y los protagonistas del «siglo de Darwin», describe las distintas expresiones de la evolución a través de las escalas de tamaño y tiempo que se encuentran en la naturaleza, o revisa algunas de las consecuencias sociales de la ciencia, utilizando casos que van del darwinismo social de Spencer a la oveja clonada Dolly, pasando por la eugenesia.