¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? preguntó la señora Winterson a su hija Jeanette cuando ella, recién cumplidos los dieciséis años, le confesó haberse enamorado de otra chica. Extraña pregunta, pero poco más podía esperarse de una mujer que había adoptado a una niña para hacer de ella u...
¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? preguntó la señora Winterson a su hija Jeanette cuando ella, recién cumplidos los dieciséis años, le confesó haberse enamorado de otra chica. Extraña pregunta, pero poco más podía esperarse de una mujer que había adoptado a una niña para hacer de ella una aliada en su misión religiosa, y en cambio se había topado con un ser extraño que ya desde la cuna le reclamaba a la vida un lugar que fuera solo suyo. Armada con dos juegos de dentadura postiza y una pistola escondida bajo los trapos de cocina, la señora Winterson hizo lo que pudo para disciplinar a Jeanette: en casa los libros estaban prohibidos, las amistades eran mal vistas, los besos y abrazos eran gestos extravagantes, y cualquier falta se castigaba con noches enteras al raso, pero de nada sirvió. Esa chica pelirroja que parecía hija del mismo diablo se rebeló, buscando el placer en la piel de otras mujeres y encontrando en la biblioteca del barrio novelas y poemas que la llevaran hacia la felicidad. Eso y mucho más es lo que ofrecen estas páginas donde alegría y rabia andan de la mano: un libro de memorias destinado a convertirse en un clásico de la literatura contemporánea.
?Necesitaba palabras porque las familias infelices son un pacto de silencio. Quien rompa el silencio jamás será perdonado. Él o ella tendrá que aprender a perdonarse sin la ayuda de nadie.? Jeanette Winterson