Frente a la Inteligencia Emocional el autor prefiere hablar de inteligencia afectiva y presenta un programa para estimular el crecimiento cognitivo-afectivo de los adolescentes.
Frente a la Inteligencia Emocional el autor prefiere hablar de inteligencia afectiva y presenta un programa para estimular el crecimiento cognitivo-afectivo de los adolescentes.