«La belleza física ?unos años, pues es caediza? acerca poderosamente a la divinidad, y en un tiempo esteticista y superficial como el de hoy convierte a elegidos y elegidas en seres privilegiados, casi olímpicos, para quienes se abren con absoluta facilidad las puertas más difíciles, el mundo de los...
«La belleza física ?unos años, pues es caediza? acerca poderosamente a la divinidad, y en un tiempo esteticista y superficial como el de hoy convierte a elegidos y elegidas en seres privilegiados, casi olímpicos, para quienes se abren con absoluta facilidad las puertas más difíciles, el mundo de los happy few y los cotos más vedados? Bellos y bellas, muy a menudo, cuando sólo es belleza su equipaje (o nadie sabe ver más) terminan sus efímeras carreras en la sordidez, el olvido o el lodo, y en cualquier caso completamente olvidados de ese mundo que los aplaudió y deseó cuando eran hermosos. Son los involuntarios mártires de la belleza, de historias siempre atractivas, aunque a menudo también desoladoras o patéticas.»