El 1 de mayo de 2011 el papa Benedicto XVI beatificó a su predecesor Juan Pablo II. Desde su anuncio, labeatificación causó malestar y sorpresa en importantes sectores de la Iglesia católica. Pero esta fulminante ycuestionada decisión no era sino una consecuencia de la larga relación que unió durant...
Ancho:
140
cm
Largo:
213
cm
Peso:
320 gr
Descatalogat
19,00 €
Descripció
Encuadernacion :MobilPocket
ISBN :978-84-9006-016-2
FechaEdicion :01/05/2011
AñoEdicion :2011
Idioma :Español, Castellano
Autores :TAMAYO, JUAN JOSÉ
NumeroPaginas :224
Coleccion :ACTUALIDAD
El 1 de mayo de 2011 el papa Benedicto XVI beatificó a su predecesor Juan Pablo II. Desde su anuncio, la beatificación causó malestar y sorpresa en importantes sectores de la Iglesia católica. Pero esta fulminante y cuestionada decisión no era sino una consecuencia de la larga relación que unió durante años a estos dos hombres que han regido sucesivamente el destino de la Iglesia, empeñados ambos en un giro conservador que disgusta a los sectores más progresistas del catolicismo. El prestigioso teólogo Juan José Tamayo analiza en este libro estos dos papados de gran repercusión mediática -sobre todo el primero- e influencia política, que han marcado un rumbo de la Iglesia en las últimas décadas. Y aborda los entresijos del idilio que vivieron Juan Pablo II y el cardenal Ratzinger durante casi cinco lustros con un reparto de papeles que siempre respetaron. El primero se convirtió en uno de los grandes actores del siglo XX en todos los escenarios, mientras que el segundo ejerció el papel para el que estaba especialmente capacitado, el de ideólogo y guionista de la obra que le tocaba representar al papa y cuya idea central era la restauración de la Iglesia católica. El guión incluía la revisión del concilio Vaticano II; el restablecimiento de la autoridad papal, devaluada en la etapa posconciliar; la afirmación del dogma católico, cuya interpretación única era cuestionada por los propios teólogos católicos; la nueva evangelización; la recristianización la Europa; la vuelta a la tradición; el freno a la reforma litúrgica; la confesionalidad de la política y de la cultura; la defensa de la moral tradicional en toda su rigidez en materias que hasta entonces eran objeto de un amplio debate dentro y fuera del catolicismo, como la familia, el matrimonio, la sexualidad, el comienzo y el final de la vida, etc.