Jean Paulhan escribió en 1932 que un joven deseoso de orientarse políticamente no tenía más posible elección que entre Karl Marx y Charles Maurras. Éste era entonces maestro y figura mayor que inspiró a varias generaciones de intelectuales y artistas franceses y extranjeros. Su ascendiente fue tan e...
Jean Paulhan escribió en 1932 que un joven deseoso de orientarse políticamente no tenía más posible elección que entre Karl Marx y Charles Maurras. Éste era entonces maestro y figura mayor que inspiró a varias generaciones de intelectuales y artistas franceses y extranjeros. Su ascendiente fue tan extraordinario, en especial en el terreno de la estética, que puede decirse sin exagerar que fue una de las personalidades más influyentes en el arte y la literatura del mundo occidental de principios del siglo xx. De Apollinaire a T._S. Eliot, de Eugenio d?Ors a Josep Pla, de Maillol a Max Jacob y la pintura italiana del novecento, su presencia se hace sentir con fuerza en el núcleo estético que buscó en la mediterraneidad su esencia y en el clasicismo no académico su programa. En España, además, influyó extraordinariamente en los movimientos regionalistas, con un especial énfasis en Cataluña. Defensor de la literatura de Proust contra los miopes o de Fréderic Mistral contra los uniformistas, impulsor de la enseñanza del occitano en las escuelas del sur de Francia, propagandista de la restauración de una monarquía que debía respetar, contra el jacobinismo, las particularidades regionales, su figura se vio ensombrecida por su ambiguo papel en la Francia ocupada. La biografía que nos presenta Stéphane Giocanti, completa, equilibrada y documentada, nos descubre una de las personalidades más impactantes del siglo pasado, con especial énfasis en su presencia, como autor y como crítico reconocido, en el mundo de la cultura.