«Tachar a Dios, de hecho, indica y recuerda que Dios tacha nuestro pensamiento porque lo satura; o mejor, que sólo entra en nuestro pensamiento obligándolo a criticarse él mismo».Jean-Luc Marion nos permite comprender en este libro la necesidad de esa tachadura que instaura, después de la «muerte de...
«Tachar a Dios, de hecho, indica y recuerda que Dios tacha nuestro pensamiento porque lo satura; o mejor, que sólo entra en nuestro pensamiento obligándolo a criticarse él mismo».
Jean-Luc Marion nos permite comprender en este libro la necesidad de esa tachadura que instaura, después de la «muerte de Dios» enunciada por Nietzsche y de la posición heideggeriana al respecto, una nueva perspectiva de la relación entre filosofía y teología. En esta dirección, Marion empieza estableciendo una distinción visual y conceptual entre ídolo e icono para desarrollar, progresivamente, una de las tesis principales de este libro, anunciada por el título mismo: Dios sin el ser, es decir, la posibilidad y necesidad de acceder a Dios desde una perspectiva otra que la del ser.
Sin lugar a dudas, la lectura de Dios sin el ser es fundamental para comprender cómo y desde dónde pensamos hoy en día las cuestiones más esenciales para la filosofía: el ser, el don, Dios, sus diferentes manifestaciones y su lenguaje. Recientemente, se han publicado en español varios libros de Marion: El cruce de lo visible (Ellago Ediciones, 2006); Siendo dado. Ensayo para una fenomenología de la donación (Ed. Síntesis, 2008); y Sobre la ontología gris de Descartes (Escolar y Mayo eds., 2008).