Eduardo Navarro fue uno de los colaboradores más fieles y constantes que tuvo Adolfo Suárez desde los inicios de su carrera política hasta el final. Navarro apareció en su vida en un momento decisivo, y Suárez sintió siempre una profunda admiración y gratitud hacia él, como muestran estas cariñosas ...
Eduardo Navarro fue uno de los colaboradores más fieles y constantes que tuvo Adolfo Suárez desde los inicios de su carrera política hasta el final. Navarro apareció en su vida en un momento decisivo, y Suárez sintió siempre una profunda admiración y gratitud hacia él, como muestran estas cariñosas palabras que le dirigía en su última etapa juntos: «Desde hace cuarenta años le he encomendado tareas difíciles, y su lealtad, inteligencia y sentido crítico nunca me han faltado, aun en los tiempos en que más fuerte arreciaba el viento contra mí». Inéditos hasta nuestros días, estos textos que por fin ven la luz recogen sus recuerdos desde que se conocieran en el Colegio Mayor, a finales de los cincuenta. Son los años de formación del joven político y en sus páginas ya se intuye su enorme poder de seducción, su ambición, al tiempo que desvelan las dificultades económicas que sufrió en esta etapa, así como su firme apuesta por el príncipe Juan Carlos de Borbón. Con la muerte de Franco en 1975 se abre uno de los períodos más apasionantes de la historia reciente de este país. Este libro nos descubre a Suárez en estado puro, íntimo y político, con sus luces y sombras, e ilustra de forma nítida las adversidades que hubo que vencer para que la Transición llegara a buen término. Una aventura incierta que contó con múltiples protagonistas. Algunos, como el rey Juan Carlos I o Adolfo Suárez, brillaron con luz propia, lideraron el cambio y marcaron el paso hacia la democracia. Sin embargo, hubo otros no menos importantes que permanecieron voluntariamente en la sombra. Personas como Eduardo Navarro que, con su trabajo leal y silencioso, apostaron por el futuro e hicieron posible la concordia.