En esta obra de referencia, convertida ya en clásica, la profesora Marija Gimbutas reunió las fuentes arqueológicas que le permitieron hablar de una cultura matrifocal y probablemente matrilineal, agrícola y sedentaria, en la Vieja Europa (7000-3500 a. C.), en el área sudeste del continente, es deci...
En esta obra de referencia, convertida ya en clásica, la profesora Marija Gimbutas reunió las fuentes arqueológicas que le permitieron hablar de una cultura matrifocal y probablemente matrilineal, agrícola y sedentaria, en la Vieja Europa (7000-3500 a. C.), en el área sudeste del continente, es decir, en la cultura pre-indoeuropea, en claro contraste con la cultura proto-indoeuropea, decididamente patriarcal, pastoral, nómada y guerrera, que se impuso en toda Europa en el transcurso de tres olas de infiltración desde la estepa rusa, entre los años 4500 y 2500 a. C. El estudio de las imágenes míticas, de sus signos y símbolos, muestra una persistencia del culto a la diosa, poniéndose de manifiesto
la supremacía de aspectos tales como el poder de generar vida y el de la fertilidad.