En la era de la globalización parece una obviedad decir que no importa dónde vivamos, porque podemos trabajar indistintamente desde un chalet en Aspen, desde una casa en Provenza o desde una oficina en Chicago. Pero según el reconocido escritor Richard Florida éste es un planteamiento falso. El luga...
En la era de la globalización parece una obviedad decir que no importa dónde vivamos, porque podemos trabajar indistintamente desde un chalet en Aspen, desde una casa en Provenza o desde una oficina en Chicago. Pero según el reconocido escritor Richard Florida éste es un planteamiento falso. El lugar en el que vivimos afecta a todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida: a quién conocemos, los «mercados afectivos» de los que formamos parte y los empleos, redes sociales y carreras profesionales a que tenemos acceso. Las ciudades creativas es el fruto de más de veinte años de investigación y demuestra que el verdadero motor de la economía global es una nueva unidad económica, la megarregión. A la pregunta de cuáles son las decisiones más importantes que hay que tomar en la vida, la mayoría de personas alude a la profesión y a la persona con la que compartirán la vida. Sin embargo, hay otro factor que influye enormemente en nuestra vida y condiciona nuestra vida laboral y personal: el lugar donde vivimos. A pesar de la era globalizada en la que vivimos, la ubicación geográfica es mucho más importante de lo que nunca había sido. Las ciudades cada vez se especializan más, se diferencian. En lo que se refiere a su carácter económico y a su mercado laboral. Esto afecta directamente a la calidad de vida que proporcionan y al tipo de gente que vive en ella. Además, vivimos en una sociedad muy móvil, esto quiere decir que la mayoría de personas tiene la capacidad de decidir dónde quiere vivir.