El modelo axiológico-SETCU para la salida de la crisis se presenta explícito y cuantificado en tanto que requisito recomendable para consensuar cualquier Pacto Nacional para la salida de la crisis. Efectivamente, este Pacto resultaría inviable si no existiesen unas líneas claras de los fines a alcan...
El modelo axiológico-SETCU para la salida de la crisis se presenta explícito y cuantificado en tanto que requisito recomendable para consensuar cualquier Pacto Nacional para la salida de la crisis. Efectivamente, este Pacto resultaría inviable si no existiesen unas líneas claras de los fines a alcanzar, de los medios a utilizar y de los beneficios y costes que va a suponer para cada una de las fuerzas sociales que deben aceptarlo (Gobierno, Partidos políticos, Patronal, Sindicatos, Ciudadanía,...). Se precisa, pues, algún tipo de modelización formal que concrete al máximo posible cuándo (periodo de tiempo); cuánto (calculando), y cómo (concretando el papel estimulante del Estado y el posterior y decisivo de la sociedad civil). Todo lo cual aconseja un avance cuantificado de los resultados previsibles durante el periodo considerado, explicitando sus ventajas e inconvenientes para todos, y esperando que el modelo no sea descalificado por su aparente parecido con planificaciones estatales pretéritas. No vayamos a ?tirar el niño con el agua de la bañera? por no planificar lo necesario. Teóricamente, este modelo se fundamenta en un supuesto básico: los sistemas económicos se están volviendo crecientemente complejos y la ciencia económica actual parece estarse quedando incompleta u obsoleta para resolver los problemas y las crisis. Al tiempo que se constata que las causas profundas de las crisis económicas no residen sino en los ?sistemas de valores? practicados, lo que obliga a formar equipos multidisciplinares y sugerir un nuevo método sistémico-axiológico más apto para percibir los desequilibrios que se producen en los sistemas económicos. Aplicado este método a España, se han contabilizado 36 desequilibrios agrupables en tres grandes dimensiones: Necesidades (con su consiguiente potencial de puestos de trabajo), Paro (los 4 millones conocidos) y Financiación (dinero malgastado o desaprovechado, como, por ejemplo, una parte de la prestación por desempleo, una parte del fraude fiscal, y un cierto ahorro en gasto público; así como aportaciones de la empresa privada). El método sistémico-axiológico requiere autoequilibrar estas tres dimensiones por la interpenetración mutua que se produce al emplear a las personas paradas en la satisfacción de las necesidades y costeando el proceso correspondiente con la financiación disponible. Es la solución lógica que exige la absurda e insostenible triada española ?Necesidades-Paro-Financiación?. Habiéndose tratado, además, de optimizar este reequilibrio en el sentido de dirigir los nuevos empleos hacia la mejora de la productividad económica, se obtuvo el resultado siguiente:
Creación acumulada de 1.287.000 nuevos empleos al final del periodo 2010-13; incremento del PIB en un 3,5 % anual como promedio durante el período; reducción del déficit público en un 3,3% del PIB sobre el que resultase sin aplicar el modelo; pasar de una renta per capita de unos 21.300 euros en 2010 a más de 24.000 en 2013. Aparte de contribuir a transformar la estructura competitiva. Alcanzable todo ello sin subir impuestos ni emitir nueva deuda pública.
Resultados que conviene ?revisitar? hasta validarlos o refutarlos. En suma, la salida de la crisis aconsejaría hoy en España seguir la cadena: perspectiva multidisciplinar?método sistémico-axiológico? modelo cuantificado?pacto nacional?implementación, suponiéndose que la falta de cualquier eslabón provocaría dificultades.